
Mike Mills, no confundir con el bajista del grupo R.E.M., es uno de los realizadores de videoclips que mejor ha sabido adaptarse al lenguaje cinematográfico. Lo demostró hace diez años con el documental «Paperboys», en el que glosaba la figura tan típicamente norteamericana del repartidor de periódicos. Su ópera prima «Thumbsucker» fue una adaptación de la novela de Walter Kirn sobre los complejos juveniles, en la que el protagonista era un chico que se seguía chupando el dedo a pesar de estar a punto de cumplir los 18 años. Ahora se ha sentido ya preparado para hacer un segundo largometraje más personal y de carácter autobiográfico, ya que habla de la especial relación con su padre.